Tokio se convierta en la pasarela internacional más vista del año, repasamos todas las novedades y anécdotas sobre los diseños que lucirán los atletas en la capital nipona.
Lo cierto es que la relación entre moda y Juegos Olímpicos viene de lejos. Los de Londres 1948 vieron brotar la semilla de la firma italiana Missoni. Esquiadores del equipo italiano, Ottavio Misonni y su compañero Giorgio Oberweger habían ideado un nuevo tipo de atuendo deportivo que comercializaban en Trieste bajo el nombre de Venjulia: era una suerte de protochándal de lana, más abrigado y especialmente cómodo gracias a las cremalleras en los bajos de los pantalones. En la competición invernal de aquel año, todos los italianos vistieron un venjulia. Durante su estancia en Londres, Missoni conoció además a Rosita Jelmini, la que sería su mujer y cofundadora de la firma que llevaría el punto a un ascendente y lujoso nivel. El resto es historia delprêt-à-porter. También lo son las contribuciones de Hardy Amies, uno de los tres modistas oficiales de la reina Isabel II entre 1955 y 1990 y, desde su trono en la calle londinense de Savile Row, sastre de la delegación británica en México 68; y el estadounidense Halston, (sí, el de la serie de Netflix), que en la cima de su carrera y empeñado en vestir a todo el mundo con su sosfisticado minimalismo sentó las bases de las olimpiadas de la moda en Montreal 76. Levi’s dio el siguiente paso en los desfiles inaugurales de Moscú 80 y Los Ángeles 84, también con el equipo de Estados Unidos. Aun así, tuvieron que pasar tres décadas hasta el acuerdo contractual definitivo, el que unió a Ralph Lauren con el Comité Olímpico Estadounidense a partir de Pekín 2008 en otra jugada política. “Tener la oportunidad de trabajar con el equipo olímpico nos pone en una posición de ventaja para recordarle a la gente qué significa Ralph Lauren”, admitía entonces David Lauren, hijo del creador del sport genuinamente americano y su director de comunicación y marketing global. “Siempre se ha tratado de patriotismo”, remataba.

Aquel Londres 2012, por cierto, fue declarado oficialmente el año de la moda olímpica. Amén de la hija del exbeatle, también estaba en competición Hermès vistiendo a los franceses (en 2016 lo harían de Lacoste), mientras Giorgio Armani debutaba con los italianos, una colaboración que se mantiene hasta la fecha.
“Sostenibilidad, diversidad, integración” bien podría ser el nuevo lema indumentario que acompañe al clásico citius, altius, fortius —más rápido, más alto, más fuerte— olímpico. Es otra prueba de cómo la moda se ocupa de reflejar su tiempo, su sociedad y cultura, en este caso a través del acontecimiento deportivo por antonomasia. En los Juegos celebrados en Ámsterdam en 1928 estuvo con los movimientos de liberación de la mujer, revolucionando los atuendos de las atletas y nadadoras. Se dejó sentir en el cambio de actitud en favor del sportwear cuando se instauró la Villa Olímpica en 1932 en la estadounidense Los Ángeles. Dio un vuelco a las prestaciones de las prendas de competición al introducir las fibras sintéticas elásticas (licra, elastano, spandex) que comenzaban a dominar el prêt-à-porter en Helsinki 52 y Melbourne 56. Provocó la aparición de iconos pop como aquel Mark Spitz con mostacho y microbañador Speedo –y siete medallas de oro al cuello en natación– de Múnich 72 o de tendencias como la manicura de la veloz Florence Griffith en Seúl 88.

Los Ángeles ’84 (la que se viene ahora que el skate tiene categoría olímpica promete batir récords, con esos conjuntos creados para los contingentes de patinadores estadounidense, francés y brasileño por el artista urbano holandés Piet Parra en colaboración con Nike, que además relanzará las zapatillas Bruin Zoom X y Bruin React en nuevos colores). Y hasta ha inspirado al cine: el uniforme de las alumnas del colegio de magia francés Beauxbatons en Harry Potter y el cáliz de fuego (2005), con sus abrigos cortos con capelina y sombreros de ala corta azul cielo, es casi un calco del que lucieron las atletas francesas en la inauguración de Montreal ’76.

En 2021 veremos, por primera vez en la historia de los Juegos Olímpicos, al skateboard como deporte olímpico. Y para celebrarlo, Nike SB (la línea skateboard de Nike) ha dado a conocer que será el encargado del vestuario de diversos skaters.
Será el encargado de vestir a los mejores skaters del mundo que militan en las selecciones de Estados Unidos, Brasil y Francia.
Los diseños son obra de Piet Parra, quien guarda una estrecha relación con el skate. El artista holandés asegura en una entrevista que su mayor reto fue «usar tantos colores como fuera posible y aún así poder reconocer al instante a qué país representa».

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La marca El Ganso, como colaboradora oficial de la selección española de fútbol, no solo viste al equipo y a su seleccionador, Luis Enrique, sino que también estará presente en el Mundial de 2022. Por su parte, será Joma la marca encargada de vestir a la delegación española, unos diseños que presentaron Mireia Belmonte y Saúl Craviotto.
Por su parte, Kim Kardashian ha vuelto a cambiar las normas de la moda al encargarse ahora no de diseñar los uniformes de las atletas, sino sus pijamas y su ropa interior. Hasta ahora no existía la figura de una marca oficial en todos estos campos (Ralph Lauren proporciona, desde 2008, las prendas olímpicas al equipo estadounidense, mientras que Nike se encargaba de los brassiers deportivos y pantalones cortos de spandex), pero Skims quiere crear sus propias normas fashionistas al encargarse de tal menester.
El espíritu preppy se apodera una vez más del nutrido Team USA gracias a la nueva colección imaginada por Ralph Lauren para la expedición estadounidense, a la que viste desde 2008. Las prendas, fabricadas a partir de materiales sostenibles, no renuncian al clásico logo del caballo de la firma ni a la bandera del país, pero apuestan por un blanco puro como epicentro estético. La inspiración naval también está presente, especialmente, en una chaqueta con el cuello vuelto en azul oscuro que recuerda a la lucida por los soldados de la Marina estadounidense.

Después de que Stella McCartney fuera la encargada de vestir a la expedición británica en las últimas dos citas olímpicas, ahora es la enseña Ben Sherman, icono de la moda sesentera, la encargada de darle un atractivo punto mod a los atletas de las islas. Los colores de la Union Flag y el león rugiente –símbolo nacional desde el siglo XI– inspira la patriótica colección, que plasma el lema ‘Strong Through Unity’ (‘Fuerza a través de la unidad’) en el forro de una emblemática chaqueta Harrington perfecta para combinar con unos vaqueros… aunque el deporte no esté entre tus prioridades.
También vamos a envidiar los looks de los atletas franceses, pues este año Lacoste vestirá al equipo con una colección que rinde homenaje a Japón.
97 años después de que se alzara con la medalla de bronce en el torneo de dobles de los Juegos de París, René Lacoste vuelve a representar a Francia en la mayor competición deportiva del mundo. La firma del cocodrilo viste a la delegación gala en Tokio con una colección que rinde homenaje al país organizador con referencias a los kimonos y a los colores de su bandera, pero en la que el impermeable oversize tricolor es la indiscutible estrella.

La colección más polémica ha sido sin lugar a dudas la de Canadá, que con su colección streetwear, en la que no faltan chaquetas denim adornadas con grafitis, supone la unión entre Hudson Bay y Levi’s.

Giorgio Armani se encarga de vestir a los atletas italianos desde los Juegos de Londres, y se ha encargado de presentar su colección deportiva para los Juegos de Tokio en la pasarela milanesa. ¿Que si se ha roto la cabeza? ¿Que si sus diseños van a revolucionar el mundo de la moda? Para nada, pero un chándal negro con la bandera italiana, al menos, deportiva y nacionalista es, y suponemos que con eso se cumplen dos de las máximas del brief.

Fue Vanessa Friedman en The New York Times quien desveló la sorprendente noticia de que Telfar Clemens, el diseñador neoyorquino más en boga de los últimos tiempos y creador de un bolso que ha causado auténtico furor en la industria, sería el encargado de vestir en Tokio a la delegación olímpica de Liberia, compuesta por cinco atletas. Fue uno de ellos, el velocista Emmanuel Matadi, quien tomó la iniciativa de contactar con el modisto tras escuchar a su novia hablar sobre los bolsos de Clemens, hijo de padres liberianos que inmigraron a Estados Unidos durante la guerra civil de 1990, cuando él solo tenía cinco años. El modisto ha creado una colección de hasta setenta piezas y afirma que, tras esta experiencia, pondrá a la venta en su catálogo prendas de inspiración deportiva. “Esta es la ropa que queremos vender para el resto de nuestras vidas”, confesó a Friedman.

Trabajo de investigacion
Fotos: Google.